martes, 25 de agosto de 2009

Confesiones del último de los poetas malditos


Una fuerza desenfrenada se descubre en cada verso. Frase, palabra, sílaba, letra, entonación, se vuelve incesante, intenso, sublime en las manos de un verdadero poeta. Uno que sangra, y que con llagas en las manos, aprieta el lápiz y suelta su alma, su lengua, su vida.

Tal vez no sabe lo que me ha enseñado, tal vez sí. Tal vez no sabe lo que ha significado, tal vez sí. Escucho su voz: “Empuña el sable, levanta ese ánimo y al abordaje de la vida”. De cualquier forma, éste es mi pequeño tributo a David González: la misma poesía o la poesía misma.


SOMBRA DE OJOS


me dejó una rosa
en un vaso
en mi habitación
porque se marchaba
al entrar te cachean
te desnudan delante
de un guardia de seguridad
y te miran las heridas
y los hematomas
le recuerdo exultante
con el pelo mojado
en la sala de fumadores
porque se marchaba
por la mañanas
mujeres desnudas
sonámbulas por los lavabos
mujeres desnudas
a las que empujaban
a las duchas
con una esponja
previamente enjabonada
vacas en el matadero
y de noche
a esperar por los pijamas
con elástico
por favor
gracias
a esperar por los pijamas
de hombre
le recuerdo exultante
con el pelo mojado
en la sala de fumadores
porque se marchaba
luego las enfermeras
que se celaban de mi ropa
y de mi maquillaje
un día me llamaron aparte
querían que les dijera
mientras escarbaban
en mi neceser
donde había comprado
la sombra de ojos
me dejó una rosa
en un vaso
en mi habitación
porque se marchaba
y que corra el aire
que corra el aire señores
estaban prohibidas
tajantemente prohibidas
las relaciones personales
en el hospital psiquiátrico
así que la verdad
no me arrepiento
para nada
de haberle cortado
el cuello
a la rosa
y llenado el vaso
con mi propia sangre.


El poema se titula Sombra de Ojos, del más reciente libro del poeta español David González. Loser ha sido editado por la editorial Bartleby Editores, de Madrid.


David González
“Si la poesía se extinguiera, la Humanidad se extinguiría con ella”


En mayo, presentó su más reciente poemario “Loser”. El número 19. En esta ocasión nos ofrece la oportunidad de tocarle de cerca con cada respuesta. Los poetas, ¿nacen, se hacen o ambas? Se deshacen. Los poetas se deshacen.

Habla sin titubeos, poses o frases hechas, muy lejos de esos escritores que parecen sacados de tiras cómicas o episodios gastados de series de televisión. No comparte eso que llaman diplomacia, de ahí que no haya sido tan bien recibido por algunos que prefieren la frase amable a la verdad. Así es David González, un libro abierto. Y, por supuesto, de poesía. De vida, de lucha, de dolor, de desesperanza, y también de esperanza, esa que habita en un poeta que sueña con un mundo habitable.

David González, el poeta. El que camina firme y habla sin pelos en la lengua. El que no da su brazo a torcer. El que dice la verdad, y la entiende como sustento de la poesía. El que se fastidia con la falsedad de los premios amañados, se encabrona con las injusticias y no le “mola” la traición y la hipocresía. Él, que vino al país hace dos años representando a España en el Primer Festival de Poesía Santo Domingo 2007.

El poeta maldito nos tiene una nueva propuesta. Loser, su más reciente poemario, de un total de 19 libros publicados. Su vida: la poesía. Su todo: la poesía. Porque cómo respondió: “La poesía forma parte de mi sangre”.


• ¿Una definición oportuna para la poesía que escribes?

Poesía de No Ficción.

• Has dicho en más de una ocasión que abandonarás definitivamente la poesía. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación? ¿Crees realmente que puedas ser capaz de dejar de lado la poesía?

Todo. Mi intención es concluir unos proyectos poéticos en que he comprometido mi palabra y después abandonar la poesía, no sé si definitivamente o no, pero sí durante mucho, mucho tiempo. Ahora bien, dejarla de lado del todo no creo. La poesía forma parte de mi sangre. Así que, supongo, cuando menos, seguiré leyendo la poesía de otros autores.

• ¿Qué aporta la poesía a los poetas? ¿Y qué crees que aporta al conglomerado?

En lo que a mí atañe, la poesía, tanto la que yo escribía como la que leo, me ha aportado conocimiento, conocimiento en todos los aspectos de la vida, y sabiduría, y sobre todo, la que yo escribía, me ha servido para limpiarme por dentro, aunque ahora estoy convencido de que no escribía a la suficiente velocidad con la que me ensuciaba.

• Los poetas, ¿nacen, se hacen o ambas?

Se deshacen. Los poetas se deshacen.

• ¿Tu punto de vista del libro en papel y el libro digital?

Me es indiferente, si te soy sincero. Pero prefiero el libro digital. Primero, me ahorra espacio en mi casa de muñecas, y polvo, y los diminutos bichitos que se alimentan de ese polvo. Segundo: cuando se impongan el e-book podré almacenar en él como diez mil veces más libro des que los que ahora tengo por casa o bien en estanterías o bien en cajas de cartón, pues ya no tengo sitio en las paredes para poner más anaqueles. Y tercero: Nos guste o nos disguste, el libro digital es el futuro. Además, en el caso de la literatura, lo que importa es la calidad de la misma, no el soporte físico en que se nos ofrezca, pues de no ser así aún estaríamos escribiendo sobre pergaminos.

• ¿Los premios, tu concepto? ¿Has participado en alguna ocasión?

Mi concepto de los premios no es nada bueno. Más bien todo lo contrario. En mi opinión, la mayor parte de ellos están concedidos de antemano, y no hace falta ser muy listo para darse cuenta de ello. Últimamente ya son bastantes las voces que empiezan a destapar toda esa mierda y espero que a esas voces se sumen más y más, pues todo eso a quienes más perjudica es a los lectores. Pero al margen de esto, los premios, ya lo he dicho, fomentan la competitividad, las envidias, y yo pienso que en cualquier disciplina artística lo que realmente importa es compartir, y aprender unos de otros, y no competir; es decir, aprender, pensar en lo aprendido y luego, a ser posible, transmitir ese conocimiento más el tuyo propio a los demás.
Y a la segunda cuestión: sí, participé en alguno, hasta que me di cuenta de lo que te acabo de comentar.

• ¿Tienes un poema y/o libro preferido? ¿Tuyo? Por qué? ¿Y de otro autor?

De los que yo he escrito, tengo un poema favorito, sí: “La autopista”. No sabría decirte el por qué. Quizá porque ese poema sea mi mejor declaración de intenciones, no sé… Y de mis libros, mi preferido es, siempre, el último que he escrito, en este caso “Loser”.
De otros autores, mi poema preferido es, sin duda alguna, “Malos recuerdos”, del maestro Antonio Gamoneda.

• Todo tiene un antes y un después. ¿Dónde y cuándo está el antes y el después en la poesía española?

En la poesía española solo hay un antes. Aquí la tradición pesa como una losa. Pero se vislumbra un después…


• ¿Conoces la poesía dominicana, cuál es tu valoración?

Conozco algo. Y mi valoración es positiva. Tuve la suerte de conocer, y leer, a poetas muy jóvenes, como Maya Díaz, o a poetas mayores como Mateo Morrison, y mi opinión es, ya te digo, positiva. Pero tendría que haber leído más para darte una opinión más fiable.

• ¿Hacia donde se encamina la poesía actual?

Hacia la extinción…Pero no te preocupes: no se extinguirá… Si la poesía se extinguiera, la Humanidad se extinguiría con ella.

• ¿Tendría la poesía de ficción cabida en tu vida?

Rotundamente no. La ficción nunca podrá ser, por más que algunos se empeñen, poesía. La ficción puede ser, y de hecho lo es, literatura. Pero no poesía. O no lo que yo entiendo por poesía.

• ¿Estabas en proceso de escribir una novela? ¿Qué hay de cierto en eso? ¿Sería tu primera novela? ¿Sobre qué trata?

De hecho, ya he empezado a escribirla. Aunque solo escribo cuando realmente me apetece. Cuando siento que debo hacerlo. Y sí, en efecto: sería mi primera y, a no ser que viviera otros 40 años, cosa que dudo, y mucho, sería la última.

• ¿Miedos y sueños de David González?

Yo no tengo miedo ya a nada. Le tenía miedo a la muerte, hasta que comprendí, no hace mucho, que como es algo que no depende de mí, no hay por qué tenerle miedo.
En cuanto a sueños, ninguno. Nunca tuve sueños de ningún tipo, solo realidades.

• ¿Te consideras un poeta maldito, o tal vez el último de ellos?

No se trata de si me considero o no un poeta maldito. Lo soy. Veamos. Hay mucha confusión sobre esta cuestión del malditismo. Y trataré de aclararla. Mucha gente cree que un poeta maldito es aquél que escribe sobre el mal, entendido éste en toda la extensión de la palabra. Otros piensan que un poeta o artista maldito es aquél que ha estado en la cárcel o en un manicomio o aquel que es adicto a las drogas o el que duerme en la calle o debajo de un puente, o ese que está aquejado de una grave enfermedad o ese de más allá que se suicidó… Bueno, todo esto son complementos, nada más.
Un poeta o un artista en general es maldito si a) su obra no ha obtenido reconocimiento alguno por parte de sus contemporáneos y b) si es pobre de solemnidad, y cuando digo pobre quiero decir que no posee nada, nada propio, nada que esté a su nombre, aunque no le falte de nada porque, por ejemplo, otras personas se ocupen de ello, como, no sé, el hermano de Van Gogh…
Así que, para bien o para mal, en mi caso se cumplen los dos requisitos: mi obra no ha obtenido, hasta la fecha, el reconocimiento de mis contemporáneos y soy pobre de solemnidad, aunque no me falte de nada, gracias a la generosidad de otras personas. Y también tengo algunos de los complementos de los que te hablaba antes: cárcel, drogas, enfermedad…
Sin embargo, quiero añadir, que el hecho de ser o no ser un poeta maldito no le añade ni le resta calidad ni a mi obra ni a la de ningún otro.

• Rimbaud y Baudelaire, su influencia en ti.

De Baudelaire no tengo ninguna influencia. De hecho he leído y releído sus famosas “Flores del mal” y cada vez me gustan menos.
De Rimbaud me ha influido, sobre todo, su vida, o mejor dicho: su forma de entender la vida. Su rebeldía. Su deseo de experimentarlo todo, eso que él llamaba “el desarreglo de los sentidos”.

• ¿Cuál es tu próxima propuesta literaria?

La reedición en Ediciones de Baile del Sol de mi antología “El amor ya no es contemporáneo”, que se verá ampliada con “El amor sigue sin ser contemporáneo”.
Luego, como coordinador, una antología de poesía escrita por mujeres que se titula “La manera de recogerse el pelo. Generación Bloguer” y que edita Bartleby Editores.
Y después la edición completa de mis relatos, bajo el título “El debut del chico tatuado” y que editará Azotes Caligráficos, una editorial de Madrid.
Y por último, como coordinador también, otras 2 antologías en las que actualmente estoy trabajando, una con el poeta Eduardo Boix, de Elche, y de las que, de momento, no puedo darte más detalles.
Ah, joder, se me olvidaba: también estoy escribiendo un libro con una escritora catalana sobre una experiencia vital que ambos, por separado, compartimos.
Y la novela que te comentaba antes.
O sea, literatura para bastante tiempo.

• Y el futuro, ¿cómo luce en los ojos de un poeta maldito?

No pienso en el futuro. Jamás lo he hecho. Solo pienso en el presente. Ni eso. No pienso en el presente. Vivo en él.

• ¿Cuál debe ser el rol de un poeta?

Escribir. Escribir la verdad. O por decirlo de otro modo, por decirlo en palabras de un músico colega mío: Arrojar luz sobre la sombra.





LA AUTOPISTA


ya que tanto insistes
en que me lo corte
voy a explicarte
y será la primera
y última vez que lo haga
por qué llevo el pelo largo

llevo el pelo largo
porque el ejército estadounidense
ofrecía una recompensa
de dos dólares
por cada cabellera de indio
que se le entregara
y los que la cobraron
así como los soldados
y mandos superiores
del ejército estadounidense
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque el ejército franquista
en la corrada de la casa en la que nací
le rapó la cabeza
a una de las mujeres de mi familia
cuyo hombre
acababa de ser fusilado
por negarse a defenestrar
niños de pecho republicanos
y los soldados que le raparon la cabeza
así como el resto de las tropas
y mandos superiores
del ejército franquista
incluido el puto francisco franco
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque en el campo de concentración de mauthausena
los deportados españoles
como ramiro santisteban
el superviviente octogenario que me lo contó
a los deportados españoles
una vez a la semana
los sábados
les hacían lo que entre ellos se conocía
como
La Autopista
esto es
les rapaban el pelo al cero
desde la frente hacia atrás

la autopista

y más adelante
cuando hitler estaba perdiendo la guerra
con ese pelo
se forraban las botas de los soldados alemanes

con ese pelo

y todos esos soldados alemanes
como también los que los sábados colaboraban
en el mantenimiento de la autopista
juntos con sus respectivos mandos superiores
el hijo de la gran puta del fuhrer a la cabeza
y junto con el resto del pueblo alemán
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo
porque en la tercera galería
de la cárcel provincial de oviedo
la galería de los menores
los que mandaban en ella los kíes
en cierta ocasión me dijeron:

o te cortas el pelo tú
o te lo cortamos nosotros

y encendieron sus mecheros

y tanto ellos
como los funcionarios de prisiones
cuyo trabajo consistía precisamente
en evitar que se produjeran hechos como ese
llevaban el pelo corto
o muy corto

llevo el pelo largo por otra razón también:
muchas de las mujeres que conozco
me aseguran que con él así de largo
estoy mucho más guapo
y aparento muchos menos años de los que tengo

así que en vez de estar dándome la brasa a todas horas
con que a ver cuando voy a que me corten el pelo
mejor te callabas la puta boca eh
y te dejabas
crecer el tuyo.

2 comentarios:

  1. Impresionante este post y su contenido.

    Saludos Clara.
    Aurora

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  2. ME ENCANTA ESTA ENTREVISTA...LOS FELICITO A LOS DOS.

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