viernes, 9 de octubre de 2009

Con reflexivo discurso visual

Myrna Guerrero, crítico-artista, historiadora.


La artista se había referido a la recuperación de la memoria, aspecto fundamental de su séptima individual, presentada recientemente, sobre la recuperación de la memoria de la cestería tradicional dominicana, presentada como labor desarrollada, principalmente, por manos femeninas.

Así también, con su exposición Tramas de arena, inaugurada el pasado miércoles 7 de octubre en Punta Cana Art Gallery, Myrna Guerrero propone, como explica, una reflexión en torno a la variedad y riqueza de nuestros ecosistemas, escenario ideal para potenciar la creación con la que cohabita.

Myrna se divide entre el dibujo, la pintura y las instalaciones, expresiones auténticas del arte. Ha implantado su huella como artista visual, animadora cultural, crítico de arte y profesora universitaria. Nació en Santo Domingo, donde recibió formación en artes visuales con Julia Sánchez de Guerra y en la Escuela de Artes de APEC.

Durante cuatro años residió en Francia, estudiando historia del arte y especializándose en pintura. Comenzó su vida profesional en Santiago de los Caballeros, donde residió durante 23 años. Allí trabajó como profesora de historia del arte en la PUCMM y realizó varias exposiciones individuales. También ha pasado temporadas en Río de Janeiro y Caracas, realizando cursos de administración cultural. Desde el 2005, está establecida en Santo Domingo. Confiesa sentirse ciudadana del mundo.


¿Qué tan crítico puede ser un crítico con su obra?

Mucho. El artista es el primer crítico de su obra, aunque, a veces, algunos –generalmente tras el éxito económico- no hagan caso a esas observaciones intuitivas que desarrolla el artista y que son las que orientan su quehacer hacia logros trascendentes. Cuando además tenemos una formación y ejercicio en la crítica de arte, la aproximación a nuestra propia obra se convierte en una practica de análisis y evaluación permanente, por momentos, descarnada y profunda.


¿Por qué Myrna Guerrero permanece sin exponer durante 14 años?

En el año de 1996 doña María Ugarte -Patrimonio cultural viviente de nuestro país- me invitó a relevarla en la dirección del Suplemento Sabatino del periódico El Caribe, función que asumí hasta el año 2000 y, por la naturaleza de las obligaciones del cargo, decidí mantener mi producción artística en bajo perfil. A partir de ese año, y hasta diciembre del 2004, estuve involucrada en el proyecto del Centro León, con una dedicación exclusiva que no dejaba tiempo para la creación personal. Es a partir del 2005 cuando decido reorganizar mis prioridades y retomar el espacio personal en las artes visuales, la investigación cultural y la crítica de arte, colocando en lugares más lejanos el trabajo de animación y gestión cultural.


¿Se siente más crítica o más artista?

Ambas. En algunos momentos de mi vida una de estas actividades se coloca por encima de la otra, pero ambas conviven y se retroalimentan mutuamente.


Tendría sus ventajas ser crítico cuando se es artista, ¿cuáles serían éstas? ¿No sería algo conflictivo?

Ser crítico-artista, como se puede ser médico-paciente o profesor-estudiante, permite un mayor conocimiento de la práctica artística, de sus motivaciones, sus riesgos, sus desvelos, sus alegrías y frustraciones. Es saber lo que significa para el pintor o dibujante situarse frente a la superficie en blanco, punto de partida de un diálogo artista-obra que culmina cuando se termina la obra. Es conocer de técnicas, lenguajes y medios creativos. Es haber disfrutado la alegría interior cuando se alcanza lo soñado, cuando se logra traducir visualmente ideas y sentimientos.


¿Planes inmediatos y futuros?

En lo inmediato -el proximo miércoles 7 de octubre- inauguro una muestra personal en Punta Cana Art Gallery, espacio que maneja el gran artista, gestor y animador cultural Thimo Pimentel. La he titulado Tramas de arena y con pinturas e instalaciones propongo una reflexión en torno a la variedad y riqueza de nuestros ecosistemas y sus posibilidades en la creación artística con la utilización de arenas de Salinas, Santo Domingo y Punta Cana, sacando provecho de sus cromatismos particulares. Luego seguir trabajando en el taller, observar lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, continuar las investigaciones planteadas en este año y esperar que surjan cosas nuevas. Compartir con los demás la experiencia artística como instrumento de sensibilización y de mejoramiento de la calidad de vida, condición tan deteriorada en la sociedad dominicana de hoy.


¿Supongo que, en tu caso, una pintura a un dibujo?

Me siento tan a gusto en la pintura como con la instalación, recursos que utilizo indistintamente en la actualidad. En algunos momentos he tenido acercamientos hacia la escultura. Recuerdo que el maestro Gaspar Mario Cruz siempre me decía que tenía talento para la escultura y que valdría la pena hacer el intento, pero nunca lo he hecho con dedicación. El dibujo es para mi algo más íntimo. Me encanta el acercamiento a las texturas, los recursos gráficos, el pigmento, el collage, la fotografía. También disfruto mucho el tratamiento del espacio en las instalaciones y su aprovechamiento para la difusión de los mensajes de la obra.


1 comentario:

  1. QUé interesante Clara.

    Ha sido una gran aventura el post de hoy y lo he leído tranquila, sin prisas, como el que saborea un buen bocadillo de chorizo y una cerveza helada.

    Indagaré sobre esta artista.

    Abrazote,
    Aurora

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