lunes, 19 de octubre de 2009

Juan Trinidad con sus esculturas que revelan la fuerza de nuestra identidad


Amante de la naturaleza, de esa sensación de libertad que te ofrece el exterior, de las hojas de los árboles y, por su puesto, de los árboles. A Juan Trinidad no la ha sido posible despegarse del campo. Allí vive y no sobrevive como nos hemos acostumbrado en la ciudad, ahí también, respirando aire puro, se llena de buenas energías que le permiten crear: hacer puro arte.



Así, he de sentirse orgullo por haber persistido dentro de la talla y la vez trascendiendo a las transculturaciones que han arropado nuestra isla, lo que lo ha llevado a hacer trabajo de campo sobre lo afroantillano. “Descubrir el esfuerzo de nuestros ancestros, y ver cómo dentro de ellos vivía una esperanza de libración, me ha llevado a identificarme con ellos, convirtiéndose en parte de las manifestaciones que aparecen en mi obra”.

Razón de ser de sus medios rostros, que no es otra cosa que su sufrimiento, pero con un ingrediente abstracto que tiene que ver con un sentimiento de esperanza fundado en ese deseo de liberación, “tengo la necesidad de hacerme sentir como isleño como decía Pedro Mir: Hay un país en el mundo, dejando plasmado mi sentir afroantillano, a través de la talla. Esto me ha enseñado una metodología participativa. Nos caracteriza nuestra sensibilidad, lo que vivimos y somos como afroantillano. Debemos seguir persistiendo y creyendo que lo que hacemos es bueno”.


Trinidad se considera un fiel seguidor de los llamados de la naturaleza. Entiende debe seguir dándole fuerza a nuestra identidad, “somos un país fuerte, de paz, y los artistas tenemos que expresar más lo que somos y sentimos. Somos los encargados de expresar el sufrimiento de nuestro pueblo a través de las artes plásticas. Por último llama la atención de las autoridades de los diferentes pueblos que se han despreocupado de la cultura en general.



Juan Trinidad nació en Bonao. En la actualidad reside en San Francisco de Macorís, donde tiene su taller, pero también cuenta con su espacio donde expone sus obras, en la plaza JR, en la avenida Roberto Pastoriza con avenida Tiradentes.
Presenta una serie de escultura de diez piezas (ocho en madera y dos en bronce), que acompañan la exposición “Siento , luego Veo”, del Louvre para no videntes, la cual se presentó hasta la semana pasada en el Palacio de Bellas Artes, y actualmente se presenta en el Centro León, en Santiago. Por otro lado, prepara una exposición que tiene que ver con los juegos infantiles, dedicada a la remembranza de nuestra niñez. Todo relacionado con el mismo tema, pero con figuras más estilizadas.



2 comentarios:

  1. me gusta el artículo, las formas que adquiere la materia, la textura, lo sugerente, gracias por descubrírmelo clara.

    un abrazo desde el otro lado del charco amiga.

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  2. Bien que te gustara. Gracias a ti por estar.

    Un abrazo también.

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